La Bruja Riso

En Febrero del 2019 empezamos oficialmente nuestro servicio de impresión risográfico en LA BRUJA. Ha sido una apuesta, pues creemos en el potencial de impresión de esta técnica, y en el potencial que tienen las artes gráficas en la ciudad de Medellín.

 

 

La impresión risográfica (o RISO) funciona como una especie de mezcla entre serigrafía y litografía (offset) dentro de una máquina que aparenta ser una fotocopiadora. En otros términos, podríamos llamarla como una especie de automatización de la serigrafía que funciona sobre sustratos de papel. Explicaré un poco el proceso. La RISO lo que hace es reproducir imágenes (entendiendo imagen como cualquier tipo de grafismo) en serie. Para esto se debe tener una imagen original, ya sea análoga (en papel) o digital. Si es análoga el proceso es tal cual como en una fotocopiadora y si es digital, pues funciona como una impresora. La máquina a partir de la imagen crea una plantilla en lo que se puede denominar un papel supremamente fino a base de cáñamo, el cual tiene una laminilla plástica. Con calor, remueve el plastificado para permitir el paso de la tinta a través de la porosidad del papel. La plantilla, que viene a ser un negativo de la imagen a modo de una plancha serigráfica pasa a cubrir el rodillo de tinta instalado en ese momento en la RISO. Y se puede comenzar el proceso de impresión. Está tecnología es ideal para reproducciones de volúmenes intermedios a grandes, pues se está haciendo copias a partir de una “plancha original”. Ahora, este proceso es solo para un color o tinta y según la cantidad de tintas que se quieran, se debe repetir el proceso. Y es a partir de aquí que la RISO genera su –digamos- textura propia. Las tintas son a base de soya y solubles en agua, son semi-transparentes, lo que quiere decir que los colores van sumando entre sí a medida que se sobreponen. Creando colores nuevos dependiendo de la intensidad de los colores que los compongan. Tan fácil como decir que si sumo una tinta amarilla y una azul, el resultado va a ser un tipo de verde. De ahí que una paleta reducida no es un problema, sino una posibilidad que permite plantear esquemas de colores y utilizarlos comprendiendo un poco mejor como se relacionan entre sí. A diferencia del sistema actual de los procesadores de imágenes digitales, en los cuales se puede trabajar con una paleta casi infinita de colores a solo un click, que de alguna manera siento que lo que hace es confundir un poco con esa sobreoferta a la hora de usar colores si no se tienen muy claros los resultados que se buscan.

 

 

En el caso de LA BRUJA, tenemos 4 tintas: rosado fluorescente, amarillo, teal (verde-azul sin traducción) claro y negro. Con los cuales podemos crear falsas cuatricromías, y digo falsas pues la verdadera estaría compuesta por el típico CMYK (cian, magenta, amarillo y negro, por sus siglas en inglés), y es a partir de este que la RISO permite distanciarse un poco de los medios impresos tradicionales, pues generalmente todos usan estos colores como base. Hay muchos más colores básicos y también lugares especializados (fuera de Colombia) en crear tintas RISO de tonos extraordinarios. Por ahora tenemos estos cuatro, pero la idea es ir consiguiendo más a medida que vamos creciendo como proyecto. Esto pasa generalmente con los estudios de RISO, se comienza con pocos colores y se van aumentando a medida que se va creciendo, pues es una inversión considerable (para mortales regulares). Ahora, las tintas son relativamente económicas, lo que es considerable es que para cada color de tinta se debe tener un cilindro que es el que distribuye la tinta sobre el papel y sobre el cual se posiciona la plantilla que tiene el negativo de la imagen para convertirse en una especie de sello a modo de rodillo.

La tecnología de la RISO es prácticamente la misma desde sus inicios en los años 70’s en Japón. Llegó principalmente a países desarrollados, pero allí también fue un sistema que venía en desuso desde hace unos 20 años y fue recobrando fuerza gracias a artistas gráficos que reconocieron la potencialidad de este método de impresión cuando se empezaron a encontrar viejas máquinas en ventas de garaje y saldos de empresas e instituciones que las habían reemplazados por nuevas impresoras láser. Lxs antiguxs dueñxs de estas máquinas le sacaban todo el jugo por su estupendo rendimiento a la hora de hacer copias, ya que su sistema de cilindro trabaja a una velocidad mucho mayor que cualquier otro tipo de impresión (de oficina) pues el papel pasa derecho de un extremo a otro mientras el cilindro gira e imprime. Fuera de eso el consumo de energía también es bastante eficiente, las tintas secan al aire sin necesidad de solventes, lo que significa que no hay gasto extra en calor como en las impresoras láser y no tiene agentes tóxicos ni contaminantes como la mayoría de las tintas litográficas. Los precios y la competencia de mercado hicieron que estas máquinas fueran desplazadas (generalmente) por nuevas impresoras láser a color, puesto que por otro lado, se utilizaban prácticamente como fotocopiadoras con la novedad de que de pronto se utilizaban con un color de tinta diferente al negro, pero en realidad no se aprovechaba el potencial estético que tienen estas máquinas.

 

 

El caso nuestro es un poco diferente, pues las RISO no se encuentran fácilmente en la ciudad, aunque las hay en algunos colegios y universidades donde las tienen como máquinas fotocopiadoras. Aquí no hubo ningún relevo tecnológico y la impresión láser es la ley junto con la impresión litográfica (offset). Es en este boquete donde entramos nosotrxs. Vimos en esta tecnología una oportunidad y un espacio inexistente en la ciudad, que se puede ubicar entre estos dos tipos de impresión. Imprimir digital si se quiere sacar un volumen intermedio es supremamente costoso y en litografía se puede obtener un buen precio si el interés se acerca a las mil copias de lo que se quiera imprimir. Desde nuestros intereses personales, nos mueven las artes gráficas, los proyectos independientes, las publicaciones autogestionadas, las pequeñas editoriales y sentimos que podemos crecer a la par de iniciativas de este tipo al ofrecer una herramienta, que si bien no es la solución a todo, se ubica en la mitad de los dos tipos predominantes de impresión en la ciudad. Es más económico que imprimir en láser y se pueden imprimir desde 50 copias, que una litografía nunca lo haría. 

Llevamos ya un poco más de un año en el cual hemos estado de puertas abiertas resolviendo inquietudes sobre la técnica, compartiendo procesos y realizando talleres para que cualquier persona que se interese por imprimir con nosotros pueda entender cómo funciona y sacarle todo el provecho posible a la risografía. Pensamos que la mayoría de procesos de impresión en la ciudad son de difícil acceso si no se tiene el vocabulario o jerga especializada y que en el caso de las litografías, usualmente no permiten a la gente entrar y entender como hacen lo que hacen. En LA BRUJA queremos acercar el proceso a la gente, pues creemos que solo así podremos ver los mejores resultados posibles.

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Estamos situados en la dirección Cra 42 # 8 – 15 en el barrio El Poblado, dentro de unas bodegas a dos cuadras del parque del poblado frente al colegio palermo. Pueden visitar nuestro instagram @LaBrujaRiso y nuestra página de facebook www.facebook.com/labrujariso  Para cualquier duda pueden escribir al correo labrujariso@gmail.com.

 

 

 



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