Las tintas utilizadas por las maquinas Riso para impresión risográfica son a base de aceites naturales, antes a base de aceite de soya y ahora, en su mayoría, a base de aceite de arroz.
El desarrollo de tintas para mimeografía fue el primer paso dado por la empresa Riso Sha (Sha = Ideal) fundada por el japonés Noburu Hayama justo después de la segunda guerra mundial en 1946. Debido a la escasez de tintas para todo tipo de impresión, se crearon a partir de insumos locales como el aceite de soya. En la actualidad se ha cambiado la materia prima por aceite de arroz.
Las máquinas risográficas pueden imprimir solo 1 o 2 colores a la vez, por lo que si se requieren más colores para lograr el resultado deseado, se debe realizar todo el proceso de impresión de nuevo. Es por esto que se producen algunas desviaciones entre los colores que nos recuerdan a las texturas de las historietas antiguas, es imposible que se realice el proceso exactamente igual. Se puede pensar en cada impresión como única.
Las tintas son traslucidas y se combinan, al caer una sobre la otra, para formar nuevos colores. Para imprimir imágenes de dos o más colores, cada color se le debe entregar a la máquina por separado en escala de grises (la Riso no lee color lee la luminosidad del color) teniendo presente que un negro 100% imprimirá sobre el papel el color que esté en ese momento dentro de la máquina al 100%, y así con cada porcentaje de gris.
Por último, las Risos no utilizan procesos de sellado de la tinta sobre el papel, los papeles deben permitir la absorción de la tinta y por eso deben ser porosos, tipo bond. Las impresiones quedan sensibles al tacto, es posible que suelten un poco de polvillo, normalmente no afecta el resultado pero para productos que requieran mucho contacto se recomienda usar algún tipo de fijador.
En nuestro taller contamos con cuatro colores por ahora y soñamos con tener varios más:
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